El pasado jueves se celebró en el
Palacio de Guendulain de Pamplona la segunda entrega de Arte N Vinos, evento
pensado para que el mundo del vino y el de las artes plásticas, escénicas y
visuales de Navarra se den la mano en un espacio común. En este caso, el marco
incomparable del Palacio de los condes de Guendulain, situado en pleno casco
histórico de la ciudad, maridaba a la perfección con las actividades que se
habían preparado y que, a última hora, tuvieron que cambiar su ubicación. En un
principio, la noble intención de los organizadores era la de realizar el evento
en el patio interior del palacio, acondicionado como terraza de verano, rodeada
de altos muros, una antigua capilla gótica y una exhibición de coches antiguos.
Pero la climatología volvió a jugar una mala pasada en forma de incesante
lluvia (para que iba a faltar ella!!) y hubo que trasladar toda la
infraestructura al interior del edificio y repartirla por las diferentes salas
palaciegas.
Yo solo conocía este edificio del
siglo XVIII exteriormente, y aunque no soy un gran amante de la arquitectura y
artes decorativas de esta época, hay que admitir que el interior es realmente
magnifico, y que el trabajo para acondicionar esta mansión (que fue residencia
real durante una temporada en la que la reina Isabel II de España se alojó en
el) a su nueva función de hotel ha sido excelente.
Para esta nueva cita de Arte N
Vinos se contó con cuatro disciplinas artísticas para amenizar el evento. En el
primer salón al que accedían los invitados, DJ Funk Fatale pinchaba algunos
temas con sonido pop y funk, con marcha pero sin llegar a ser obstáculo para
poder hablar entre amigos. En la sala contigua, el grupo Xu Pingui interpretaba algunos temas de
su nuevo album, encuadrado en un estilo llamado "pop atmosférico" y
caracterizado por la ausencia de batería y si con la presencia de un teclado y
un violoncello, junto con guitarra, bajo y la voz del solista. A mi me recordó
en algunos momentos a grupos como La Sonrisa de Julia o Deluxe.
En una sala cerrada a cal y canto
se encontraba la bailarina y coreógrafa Elisa Arteta, que aguardaba a que
pequeños grupos de gente entraran en una habitación para ejecutar su hipnótico
baile, claramente encuadrado dentro de la disciplina de la danza contemporánea...estoy
seguro que no dejo indiferente a nadie de los que la vieron!!
En el exterior del palacio se
pudo ver la pieza visual elaborada por Elurmaluta, en la que mediante una
proyección contra una de las paredes se podían ver diferentes escenas
relacionadas con el vino que jugaban con una arquitectura "inventada"
y superpuesta sobre la propia arquitectura de la fachada.
También estaba presente en este
acto el "Ludovino", el casino del vino, que invitaba a los asistentes
a poner a prueba sus conocimientos sobre los vinos de Navarra, bien en forma de
preguntas o bien en forma de catas olfativas. Yo, junto con un buen grupo de
grandes amantes del vino, concursamos en la cata olfativa, echando unas risas e
intentando ganar a uno de los grupos rivales, del que formaban parte algunos
miembros del Consejo Regulador de la D.O. Navarra, con su presidente David
Palacios a la cabeza.
Y como Arte N Vinos no sería nada
sin vino, teníamos a nuestra disposición una bonita copa con el logo de la D.O.
Navarra para disfrutar de tres estupendos vinos navarros: el ya archifamoso y
premiado con un Bacchus de Plata 3F de Bodegas Beramendi, blanco afrutado de
chardonnay y moscatel. ALEX Rosé era el rosado de lágrima (imprescindible en casi
cualquier cata de vino informal en Navarra) y un tinto de Pagos de Araiz,
coupage de tempranillo, garnacha y cabernet sauvignon. Y como la bebida sin
comida sabe a poco, desde las cocinas de palacio salían ricas minihamburguesa
de ternera y bocatines de chistorra navarra con pimiento verde.
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